Marcos es considerado por la
tradición cristiana el autor del evangelio que lleva su nombre. Puesto que él
no fue discípulo directo de Jesús basó su relato -siempre según la tradición-
en las enseñanzas de Pedro. El autor más antiguo que asignó a Marcos la autoría
de este evangelio fue Papías de Hierápolis, en la primera mitad del siglo II,
en un testimonio citado por Eusebio de Cesarea.
«y el anciano decía lo siguiente:
Marcos, que fue intérprete de Pedro, escribió con exactitud todo lo que
recordaba, pero no en orden de lo que el Señor dijo e hizo. Porque él no oyó ni
siguió personalmente al Señor, sino, como dije, después a Pedro. Éste llevaba a
cabo sus enseñanzas de acuerdo con las necesidades, pero no como quien va
ordenando las palabras del Señor, más de modo que Marcos no se equivocó en
absoluto cuando escribía ciertas cosas como las tenía en su memoria. Porque
todo su empeño lo puso en no olvidar nada de lo que escuchó y en no escribir
nada falso». (Eusebio, Hist. Ecl. iii. 39).
Desde el siglo II se dio por sentado que Marcos
era el autor de este evangelio. Aunque es imposible tener ningún tipo de
certeza a este respecto, se ha aducido convincentemente que no hay ninguna
razón por la cual los primitivos cristianos tuvieran que adjudicar la autoría
de este evangelio a un personaje oscuro que no fue discípulo directo de Jesús,
en lugar de atribuírsela a uno de los apóstoles.
Fuente:
http://es.wikipedia.org/wiki/Marcos_el_Evangelista
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